martes, 29 de enero de 2013

En llamas

Este corazón es tuyo y sabes que puedes venir a reclamarlo cuando quieras, cuando desees, pues dejaste una ciudad en llamas cuando te alejaste, una ciudad arrasada por el huracán de tu belleza, poco a poco se recupera, palmo a palmo. Después de viajar más de ochenta días alrededor de tu mundo, me pregunto y me respondo: por qué no estás, si deberías estar. ¿Qué hago con tu ausencia si siempre está presente?. Dejaré que el tiempo lo resuelva, me dije, ¡claro! si eso fuera, dejaría mi cuaderno de matemáticas abierto y al otro día los problemas estarían resueltos.
Tantos te quieros para inyectarme y no tengo jeringa, no tengo saliva suficiente para decir todas las palabras que te describirían perfectamente. Esta ciudad sigue en llamas mientras los extintores están caducados y sus habitantes se cansaron de pedir ayuda a su salvadora, a una bella venus que debió venir en su auxilio, ella no llegó, no se presento, no hizo caso a los ruegos de esta ciudad arrasada,erosionada y sepultada por los vientos.
Cierro los ojos para ver que si estas junto a mí, pero en otra dimensión, así también puedo ver que esta ciudad florece y sus habitantes no paran de sonreír. 

Volver a creer


Hunter creía ver el futuro de esta humanidad estancado, todo se ha ido al caño, se decía, los juicios morales y las buenas conductas se extinguen suavemente de esta sociedad, de la raza humana, de la faz de la tierra, cubriéndose de polvo de olvido, solo saldrá al descubierto si se frota con fuerza. La conveniencia propia asoma la cara y cada vez más mete todo el cuerpo, sus ojos rojos de desvelo destellaban, se agrietaban mientras Hunter seguía haciendo sus deducciones, sus conclusiones y decidiendo si debía oprimir el botón rojo capaz de extinguir todo lo que se mueva en este planeta, el diluvio se quedaría corto, sería aún más catastrófico. Ninguna especie se salvaría. Entonces un joven se levantó de su asiento al llegar a la base de la ruta en la cual también viajaba Hunter. Adelantó el paso para bajarse primero que todos, extendió sus manos ayudando a cada una de las mujeres al final de los escalones, las ayudaba a descender, no le importó si era joven, anciana, casada o soltera, gorda o flaca. Ese joven le dio una nueva oportunidad a este mundo, en general ese día fue muy extraño para Hunter, la gente se saludaba y pedía las cosas cortésmente, se disculpaban por algún agravio cometido, un día tan extraño. Ojalá todos los días fueran así de extraños.

lunes, 28 de enero de 2013

Alergia

Tengo una alergia
que me da tristeza
que me alegra
bajo el agua
que se seca.
Y esta culpa que crece
que me intercepta
y me aterra
de placeros culposos
y tabús
tengo una alergia 
que los demás desprecian
entre ellos yo
y no se me quita 
ni con anestesia
Este monstruo que sonríe 
ojalá se sofoque
y me deje en paz
sin reproches. 


jueves, 24 de enero de 2013

Explosión fallida


Hunter sabe cómo armar la bomba, incluso como volver a desarmarla pero no le importa, está a punto de estallar y nunca estalla, enciende el detonador esperando ver ráfagas de luz incandescente destruyendo todo a su paso, pero no pasa nada, parece una mala broma, no enciende el detonador por más presión que ejerce. Maldita sea, se decía, le dan ganas de desarmar la bomba y verificar que el detonador esté correctamente instalado. Se le hace más un nudo en la garganta no por el hecho de que estalle la bomba, sino de ver fracasados sus intentos por estallar junto a ella. Si la bomba fuera de pólvora húmeda, bastaría con cambiar la pólvora, pero esta no, tiene encendido electrónico. Otra vez vuelve a presionar el detonador y no estalla. Algo dentro de él le obliga a desistir. No desiste, no lo hará, la perseverancia de Hunter sirve tanto para lo bueno, como para lo malo, bastará con satisfacer el objetivo para saciar la bestia insaciable que le ronda en la mente. 

miércoles, 23 de enero de 2013

No se eleva


No cabe duda que la eternidad cabe en un comentario, la tristeza se hace presente conforme pasan los años, la mano amiga se hace distante y no hay nadie a quién seguir. Los conocidos se vuelven forasteros, buscando el camino adecuado. Los sueños desfallecen o tal vez hace tiempo que han fallecido, el movimiento se hace lento casi perceptible. La imagen del ayer sólo es humo infinito con pasos agigantados. Seguramente haciendo lo correcto uno termina haciendo lo incorrecto, más allá de estos ojos lo demás no existe y si existe no es verídico. Dando vueltas al mismo pensamiento hasta marearlo, hasta que se golpeé la cabeza, hasta que se olvide de sí mismo, aquí crece todo al revés. Todo se desgasta, incluso el aire de tanto respirarlo se desgasta, las circunstancias no son aptas para volar ese papalote, niño. Hace viento remolinante, aquel lo destroza todo, deja de correr niño, deja de jalar ese hilo de cáñamo, por hoy esa cometa no se elevará, por más que lo desees.

martes, 22 de enero de 2013

Nuevas sensaciones


Es extraño que Hunter comience a experimentar nuevas sensaciones, como si de pronto estuviera una bebida servida durante la mesa toda la noche sin hacerle caso entonces llega y de un solo trago se termina la bebida. Así la vida, se sorbe aunque sepa algo amarga, Hunter a veces provoca risas sin querer, no es un comediante pero a veces le sale involuntariamente. No sabe si eso es bueno o malo, pero viene adherido a esta piel, se decía. He ahí. Hunter contemplando el incienso, como un espectro de pureza, expandiéndose y contrayéndose. Quizá la curiosidad mató al gato, quizá no, no pienses tonterías, se decía Hunter. Cómo va a ser que un gato se muera de curiosidad, es como argumentar que todos los humanos se mueren de viejos y esa es una premisa altaneramente falsa. Generalizar, la gente generaliza sin menoscabo, sin la menor precaución. Ya ya Hunter, olvida todo eso y sigue contemplando el incienso. Ese olor que inunda tu nariz disfrazando el oxígeno, tal vez algún día deje de respirar oxígeno y respire incienso eternamente. Tal vez después de muerto, se decía Hunter. Otra locura más y la ceremonia está por terminar, Hunter deja de contemplar irrealidades, se reclamaba una y otra vez, como lo hacen los humanos. Ya vas pareciéndote más a los humanos Hunter, bien hecho.

lunes, 21 de enero de 2013

Pirotecnia


Quemando fuegos pirotécnicos
Es lo más entretenidos
Con luces y sonidos
Sin pasar desapercibidos
Aquí en medio de la feria
Como galán de biblioteca
Volando a la estratosfera
Coloreo las sombras
Y provoco explosiones
No me limito a leves zumbidos
Retumbo como gigante enfurecido
Con sonoros estallidos
Bañando la noche
Con luces multicolores
Levanto castillos
Entre tantos murmullos
Entre rechiflas y silbidos
Tengo que dar función
Y mantener al público entretenido
Hasta los dragones quedan sorprendidos
Con mis lanzallamas coloridos
Mientras la banda
Nos hace bailar y nos quita el frío
Me echo otra de tequila
Aquí con la bandera.

miércoles, 2 de enero de 2013

Ausencia



Hunter sintió la ausencia de su hermano, cuando éste se fue de la casa con su nueva acompañante, futura esposa. Pareciera que el tiempo no pasaba, Hunter compartía la habitación con su hermano, las pláticas se antojaban amenas, sobre todo al calor de la oscuridad, porque así se notaba menos todo sentimiento de vergüenza al no mirarse directamente los ademanes y reacciones gesticulares del uno hacia el otro. Hunter llegó a la habitación y primeramente, notó la ausencia de una cama, un agüero negro se había abierto en el centro de su habitación, uno en donde los recuerdos eran absorbidos o tal vez no, tal vez eran expulsados con tanta fuerza que retumbaban en su sus ojos, en sus oídos, en cada membrana y célula no sólo de él, sino de sus ancestros. El guardarropa tenía cajones libres, un espacio difícil de llenar, hablando en sentido sentimental, aunque se llenaran otra vez con las camisas de Hunter, seguirían vacíos. Pues se notaba que fueron hechos para el hermano de Hunter y para ningún otro propósito. Se ha ido, se lamentaba, echándose la culpa de algo que no alberga culpa. Se marchó sin consultarme antes, blasfemaba Hunter. Como si se hubiese roto algo irrompible. Inmediatamente reacomodó todos los muebles. El daño está hecho, sírvase quien guste que yo no me quedo a cenar, se dijo fuertemente mientras se recostaba tratando de conciliar el sueño junto a la soledad, su nueva hermana.