Eran las 8:00 pm, la mujer estaba en camino a despedir a su exmarido,
era su último adiós, se habían divorciado meses atrás por incompatibilidades. Él
se marchaba para siempre de la ciudad, a otro país para ser exactos, ella
deseaba verlo por última ocasión y él no se negó. En el camino, mientras
contemplaba sobre el bus el paso de las hordas de gente como sombras
desgastadas en su deseo de encontrar un lugar con luz y desaparecer. Un joven
se acercó cuando ella bajaba del bus. Le arrebató el bolso y partió a correr
desesperado, hiperventilando, ya no pudo correr más, ya no pudo competir contra
tres policías que lo correteaban como perros de caza en busca del conejo
indefenso. Al arrestarlo, un policía revisó el bolso para ver si todo estaba
completo, antes de entregárselo a la dama. La dama tenía prisa, pero con lo
sucedido, se demoró de tal manera que su exmarido ya habría partido. EL policía
encontró una pistola dentro del bolso, la dama deseaba despedir a su exmarido
de este mundo.
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