lunes, 7 de febrero de 2011

Batalla

Una mañana soleada, endulzada
Se notaba el cambio de la madrugada
Rocío que hojas bañaba, brillaban
Señor sol su presencia se hacía notar
A lo lejos, no sé calcular distancia
Una marcha, un batallón
La guerra se desataba
Entre lloridos y alaridos
Civiles huían despavoridos
En su fortaleza a refugiarse sin dudar
Asedios por los cielos
Ataques, soldados no sé cuantos
Por los aires con fuerte garra
Destruyendo a su paso
De pronto, una voz esperanzada
En el aire se hace escuchar
Nuestro ejército, nuestro defensor
Miles, a pasos alargados
Zumbidos algo extraños
Corran, vuelen mis valientes
A defender lo querido
Poderosos guerreros amarillos
Luchar por su reina de belleza divina
Por aquella que a todos crió como hijos
Demasiado talento desfallecido
Camicaces del cielo al suelo caídos
Su honor por siempre enaltecido
Soldados de la reina, peleando en batalla
Gigantes enemigos con diez a uno de ventaja
Soldados amarillos con miel en sus entrañas
Y adrenalina para la batalla
Enterrando su espada y muriendo al instante
Los gigantes poco a poco derrotados
Pensarán dos veces su cometido
Soldados amarillos con uniforme desgarrado
La reina y su pueblo en su eternidad
Agradecidos siempre les estarán
Gracias soldados de la reina
Por mantener la colmena otro día más
Por extender otros días más la tan ansiada paz.

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