lunes, 11 de abril de 2011

Qué sabes tú?

Qué sabes tú? —le preguntaba—
Tú qué sabes de la vida?
No te mueves—le reclamaba—
Todo el día solo observas mi rutina.

Yo sufriendo y tú moviéndote con el viento
Yo maldiciendo y tú contento
Vaya!, te digo contento y tu rostro rígido
No te ríes no te defiendes, ni un argumento.

Me escuchas!—él sigue en silencio—
Parecería que aquella roca tiene más vida
Mi lenguaje es claro y tú de necio
Bueno!, doy esta conversación finalizada.

—Aquél ser agredido con palabras volteó y dijo—
Acepto todo reclamo más te diré mis motivos
No sé nada de la vida y no es acertijo
Yo doy la vida por seres vivos.

Exhalo para que tú respires
Pequeños seres habitan en mis entrañas
Les doy cobijo que nadie puede darles.

Doy a ti amistad y me talas
Doy a ti sombra y cortas mis extremos
Doy a ti mi vida y construyes casas conmigo.

Yo quemarme sólo por fuera
Tú te quemas por dentro
Yo me quedo plantado en la tierra
Tú te plantas en concreto.

Me muevo con el viento
Le hago reverencias
Él es mi mejor amigo
No tenemos diferencias.

Obtengo lo necesario de la tierra
Frutos doy en agradecimiento
Deberías intentar esa manera
Y no echar raíces en tu sufrimiento.

Soy un árbol viejo
No me arrepiento de lo brindado
Mi objetivo he cumplido
He dado la vida por todo ser vivo.

—Aquel sujeto que reclamaba
No volvió a hacerle comentario alguno
La vejez lo alcanzo una temporada
Murió…
Pidió ser enterrado bajo la sombra de su amigo el árbol…—