domingo, 8 de abril de 2012

Una técnica

La asociación como gran virtud humana, o quizá, solo una técnica de supervivencia del cerebro, como la camisa recién planchada necesitada de un gancho para no arrugarse. Buscamos asirnos para no errar, usamos símbolos que indiquen qué podemos y no podemos hacer en determinados lugares y circunstancias, mordemos los lápices haciéndole muescas en zonas específicas para poder diferenciarlos del resto y de la mala costumbre de las empresas de hacer todos iguales. Asociamos rostros con lugares, fotografías con tiempos y calendario, lágrimas con personas, risas con momentos, cicatrices con recuerdos, etc.

Instrucciones:
1.-Analice detalladamente objeto, persona o cosa a recordar.
2.-Busque una seña determinada, un diferencial, si no lo tiene, cual granjero a sus reses hágalo usted mismo.
3.-Recuerde y si es posible, anote esa seña específica.

[Me dispongo a barrer la banqueta esta mañana, para saber cuál de todas las escobas es la indicada, solo busco la de palo más arqueado y cerdas de color rojo]

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