jueves, 10 de julio de 2014

Me duele la piel de tanto imaginarte

Me duele la piel de tanto imaginarte,
de tanto fantasear con tus caricias
recorriéndome y desbordándome,
en cada abrazo que nos fusiona en un solo ser
en un resplandor como rayo de sol
iluminando todo a su alrededor
y explotando sin control,
una locura razonable,
al imaginarte una y otra vez
se me tensa la piel
me duelen las manos de no tocarte
me duelen los brazos de no abrazarte
me duele la piel de tanto imaginarte,
imaginando que mis manos
recorren poco a poco las montañas del placer.
Me duele la piel de tanto imaginarte
y no poder respirarte,
pues tu aroma es el mejor tranquilizante
que me libera,
desata mi alma de mi cuerpo
y los hace estremecer.
Me duele la piel de tanto imaginarte
y de no poder besarte.

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