martes, 23 de agosto de 2011

Una tarde


Lanzo un puño de tierra al viento y este me devuelve una bofetada de arena, puedo ir a todos lados aunque prefiero quedarme en mí mismo. Me sonrío ante un charco, la llanta de un auto lo ayuda a devolverme la sonrisa y darme un abrazo. Se humedece la ropa, se secan mis ideas, y sonrío.   He callado un silencio, lo traigo en la boca, se asoma a través de la sonrisa.

La indiferencia me ata las manos, me impide saludar al vecino, y sonrío. No tirito de frio, el viento me hace cosquillas con hielo y una onda gélida me besa la boca dejándome restos de labial morado en los labios.

Veo como en el supermercado las marcas se llevan bien y viven en el mismo aparador mientras en la televisión se hacen pedazos, veo rostros con sonrisas materiales, y sonrío.

Al subir al transporte, saludo al conductor, quizá una piedra hubiese respondido y sonreído en su lugar, no se inmutó. Y sonrío.

Moraleja: Sonríe :D

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