jueves, 24 de enero de 2013

Explosión fallida


Hunter sabe cómo armar la bomba, incluso como volver a desarmarla pero no le importa, está a punto de estallar y nunca estalla, enciende el detonador esperando ver ráfagas de luz incandescente destruyendo todo a su paso, pero no pasa nada, parece una mala broma, no enciende el detonador por más presión que ejerce. Maldita sea, se decía, le dan ganas de desarmar la bomba y verificar que el detonador esté correctamente instalado. Se le hace más un nudo en la garganta no por el hecho de que estalle la bomba, sino de ver fracasados sus intentos por estallar junto a ella. Si la bomba fuera de pólvora húmeda, bastaría con cambiar la pólvora, pero esta no, tiene encendido electrónico. Otra vez vuelve a presionar el detonador y no estalla. Algo dentro de él le obliga a desistir. No desiste, no lo hará, la perseverancia de Hunter sirve tanto para lo bueno, como para lo malo, bastará con satisfacer el objetivo para saciar la bestia insaciable que le ronda en la mente. 

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